Se trata de la creación de un nuevo índice pronóstico capaz de predecir descompensaciones o muertes hepáticas en estos pacientes, el cual aporta como novedad la integración de la rigidez hepática como factor determinante.
Profesionales de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas y Microbiología del Hospital Universitario de Valme de Sevilla han dirigido una investigación multicéntrica mediante la cual dotan a los especialistas de una nueva herramienta para la predicción de la evolución de la cirrosis hepática en pacientes coinfectados por VIH y hepatitis C. Se trata de la creación de un nuevo índice pronóstico capaz de predecir descompensaciones o muertes hepáticas en estos pacientes, el cual aporta como novedad la integración de la rigidez hepática como factor determinante. Ampliar foto Según Nicolás Merchante, coordinador del estudio, «los ‘modelos pronósticos’ representan un pilar importante en la evaluación de los pacientes con cirrosis hepática, ya que de sus resultados dependerán las decisiones clínicas y las elecciones terapéuticas para hacer frente a la enfermedad».
Precisamente, el presente estudio está orientado a mejorar la predicción pronóstica y la toma decisiones clínicas que, actualmente, se basan en exclusiva en otros índices pronósticos que no tienen en cuenta el factor de la rigidez hepática.
El estudio prospectivo se ha realizado sobre una cohorte de pacientes, seguidos desde 2006 a 2015, diagnosticados de cirrosis hepática y coinfectados por VIH y hepatitis C. Dirigido por el Hospital Universitario de Valme, es un estudio del Grupo Hepavir que ha contado con la participación de otros seis hospitales del sistema sanitario público de Andalucía: Complejo Hospitalario Huelva, Virgen Macarena (Sevilla), Reina Sofía (Córdoba), Virgen de la Victoria (Málaga), Línea de la Concepción y el Complejo Hospitalario de Jaén. Se han incluido un total de 446 pacientes.
En ellos se analizó el tiempo desde el diagnóstico de cirrosis hasta la primera descompensación y la muerte de causa hepática, así como los predictores de ambos eventos clínicos. Para ello, se creó un nuevo índice pronóstico basado en la combinación de la rigidez hepática y uno de los índices más utilizados, el índice de ‘Chil-Turcotte-Pugh’.
A continuación, se comparó la capacidad predictiva del nuevo índice con la de los índices clásicos. Las conclusiones obtenidas demuestran que el índice de nueva creación mejora la capacidad predictiva sobre el curso clínico de los pacientes co-infectados por VIH y hepatitis C con cirrosis compensada. Además, los investigadores destacan que este índice pronóstico puede ser de especial utilidad en la toma de decisiones que, actualmente, sólo recaen en índices de uso consolidado entre los especialistas, sin tener en cuenta la información que aporta la rigidez hepática.
La importancia de los resultados obtenidos ha sido correspondida con un galardón en el congreso de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas, celebrado recientemente, reconocimiento que se suma al obtenido también este presente año durante el transcurso del primer congreso nacional del Grupo de Estudio de Hepatitis, por un estudio que demostró el valor de la rigidez hepática para predecir el sangrado por varices esofágicas de pacientes cirróticos coinfectados por VIH y el virus de la hepatitis C: en suma, unos avales que refrendan la referencia nacional del grupo investigador de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Valme en el abordaje de este perfil de pacientes.
Agencias