Mariam Zamrik Vila, de ALAS Balears, participante de la formación inicial de “Autorrealízate” comparte sus aprendizajes.
Entrevistamos a Mariam Zamrik Vila, psicóloga general sanitaria, en la entidad ALAS Balears que realizó el curso avanzado de “Autorrealízate” este año. Comparte con nosotras sus reflexiones y el impacto que ha tenido esta formación en ella y en el grupo de personas usuarias con las que ha compartido los conocimientos aprendidos a través de la formación de Cesida impartida por Claudia Figna, psicóloga. “Autorrealízate” es un proyecto para formar a profesionales de distintas asociaciones de VIH sobre intervención psicoeducativa en autorrealización para que conozcan nuevas técnicas y realicen una mejor intervención social. La autorrealización es una idea que abarca varios conceptos: auto-aceptación, propósito en la vida, crecimiento personal, relaciones positivas con los otros, competencia ambiental y autonomía.
¿Qué impresión te has llevado de la formación de “Autorrealizate”?
Tengo formación especializada en psicología, soy graduada en psicología y tengo un master en psicología general sanitaria, así que conocía la parte teórica. Pero me fue muy útil la parte práctica, poder conocer formas de transmitir a un grupo el conocimiento que tenía de manera teórica. Adquirí un montón de nuevas herramientas, ideas. Luego, el feedback de las personas usuarias cuando eh puesto en prácticas estas nuevas ideas ha sido muy positivo, les ha sido de gran ayuda.
¿Cuál ha sido el aprendizaje más significativo?
Este me ha llegado no en la formación en sí, sino cuando yo he puesto en práctica este aprendizaje con el grupo. Es increíble ver el proceso por el que pasan las personas usuarias cuando realizan el “autorrealízate” y ver lo agradecidas que están. Y yo siento el mismo agradecimiento de poder tener ese espacio y esa confianza que depositan en mi. Esto ha sido gran parte gracias a las herramientas prácticas aprendidas. El aprendizaje humano es lo más transformador.
¿Con quién has aplicado la experiencia aprendida?
La gente formada ha estado super agradecida, lo cual me llena mucho. Hemos sido 11 personas, entre ellas 4 mujeres, de edades muy variadas, entre 30 y 60 años, y de contextos muy diferentes. Precisamente esta diversidad ha sido la riqueza del curso. Nos ha permitido dar paso a compartir distintas experiencias, conceptos, cómo entendemos las cosas desde perspectivas distintas. Yo he recalcado mucho que “cada persona tiene su mochila” según su contexto y experiencias previas, y ha sido también un aprendizaje para ellos en primera mano.
¿Qué cambios has visto en las personas participantes?
Hay una persona usuaria que ha tenido un cambio increíble. Al principio se definía como “tímida”, no quería compartir nada, y a medida que han ido pasando las sesiones ha ido compartiendo muchísimo, se ha ido abriendo. Esto para el grupo, según han verbalizado, ha sido maravilloso. Por lo tanto, creo que sienten que con este curso se les ha dado algún tipo de fuerza interior. Es “un pasito más” para tener estrategias y dirigirme donde quiero. Se aprecian también muchos cambios en la comprensión de ciertos conceptos.
¿Cómo ha sido la experiencia para ti el acompañamiento del grupo?
Si lo tuviera que definir en una palabra diría gratificante. El grupo era los miércoles a última hora, cuando ya estás cansada, pero salía del grupo con una sensación de gratitud increíble. He aprendido muchísimo de los debates que han ido surgiendo, de cómo acompañar a un grupo y también cómo acercar la teoría de manera amena y cómo enfocar la adquisición de las herramientas prácticas. Ha sido un gran aprendizaje a nivel personal y profesional.