El 86,2% de las personas con VIH en nuestro país ya conocen su diagnóstico.
22/05/2019 – ONUSIDA fijó el objetivo 90-90-90 (90% personas con VIH diagnosticadas, 90% en tratamiento antirretroviral y 90% con carga viral suprimida) como estrategia para frenar la epidemia del VIH. En España, se ha conseguido que el 86,2% de las personas con VIH conozca su estado serológico. Los otros dos objetivos, según los datos de Estimación del continuo de atención del VIH de 2016 publicado recientemente por el Ministerio de Sanidad, ya han sido alcanzados en nuestro país: un 93,4% de las personas diagnosticadas están en tratamiento antirretroviral y, de estas, un 90,4% tiene la carga viral indetectable, es decir, no transmiten el virus.
España está a las puertas de llegar a tiempo a la cita marcada por ONUSIDA para 2021 dentro del marco fijado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, solo le queda un último empujón: falta diagnosticar al 3,8% de personas. La implicación política es clave para conseguirlo. Con motivo de la Semana Europea de la Prueba, que este año tiene una edición especial primaveral, Ramón Espacio, presidente de CESIDA, ha reclamado más compromiso por parte de las instituciones españolas para lograr cumplir los objetivos estratégicos de ONUSIDA. “El 26 de mayo hay elecciones y queremos recordar que, desde Europa, las autonomías y los municipios se puede hacer mucho para frenar el VIH, como adherirse al Declaración de París y promover acciones dentro del marco de las Fast Track Cities, como ya han hecho por ejemplo Madrid, Sevilla o Torremolinos, para visibilizar y facilitar el alcance a las diferentes medidas de prevención primaria frente al VIH”, recalca Espacio.
La falta de consenso entre las comunidades autónomas ha frenado la implantación de la PrEP (profilaxis pre-exposición), una medida avalada por la OMS como estrategia preventiva eficaz contra la transmisión del VIH. Hay casi 4.000 nuevos diagnósticos al año en España, en Madrid se producen casi 1.000 de esos diagnósticos, seguida de Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía, las comunidades con mayor prevalencia. “No se trata solo de diagnosticar y de tratar a las personas con VIH, sino de evitar que se produzcan nuevas infecciones y para ello la PrEP es una estrategia necesaria”, explica Espacio. “El retraso en la implementación de la PrEP es inadmisible y, aunque la necesidad es más apremiante en las capitales, no implementar la PrEP en todas las comunidades supondría una falta de equidad y, a la larga, tendría un mayor coste económico para la sanidad pública”, concluye Ramón, “La PrEP es parte de una estrategia integral de intervención en Salud Sexual y sirve de freno a una enfermedad tan grave como el VIH. Es justo que toda la población tenga garantizado el acceso a un uso reglado, supervisado y barato”.