El director de la Coordinadora Estatal de VIH y Sida, CESIDA, Toni Poveda, ha pedido a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que ponga en marcha la declaración de París firmada por el Consistorio sobre lucha contra el VIH y el sida y acabar con la discriminación de personas con VIH, más propia de épocas como la que refleja la película ‘Philadelphia’.
En una entrevista concedida a Europa Press, Poveda ha explicado que «el Ayuntamiento ha firmado la Declaración de París», por lo que «es necesario que se ponga en marcha». «Madrid tiene mucho que hacer en esta lucha, hay que poner negro sobre blanco datos epidemiológicos, llevar a cabo mejoras en los servicios de VIH y trabajar con aquellas personas más vulnerables», ha apuntado.
En la Declaración de París, los alcaldes se comprometen a adoptar una serie de medidas para acelerar la respuesta al sida. Entre tales compromisos se encuentra alcanzar los objetivos 90-90-90 de ONUSIDA, que consisten en que el 90 por ciento de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90 por ciento de quienes conocen su estado serológico positivo sigan un tratamiento y suprimir la carga viral del 90 por ciento de las personas en tratamiento, para que se mantengan sanas y se reduzca el riesgo de transmisión del VIH.
Unido a toda una vida de activismo en favor del colectivo LGTBI y en la lucha contra el VIH y el sida, Poveda se siente «optimista» ante la batalla contra el virus, que ha acabado con la vida de más de 57.000 personas en España desde 1981 a 2014.
«España está a la vanguardia en esta lucha y en la búsqueda de la vacuna, a pesar del poco apoyo», ha explicado Poveda, quien ha añadido a continuación que «el virus ya está confinado en un reservorio y lo único que hace falta, una vez rodeado, es ir a por él».
PACTO DE ESTADO CONTRA VIH
Preguntado por el «poco apoyo» al que había hecho referencia sobre la lucha contra el VIH, Toni Poveda ha calificado de «completamente insuficiente» el presupuesto destinado a la prevención desde el Gobierno central, que «antes de la crisis era de cerca de 4 millones de euros, y en la actualidad es de 1,4».
Ante esta drástica reducción, el director de CESIDA ha remarcado que «el virus no entiende de crisis» y que «recortar de ahí es absurdo, porque un tratamiento de VIH es más caro que una campaña de prevención». Del mismo modo ha recordado que «se eliminó el convenio con el Consejo de la Juventud de España, al igual que el convenio con Instituciones Penitenciarias, y es lamentable».
En el ámbito de la Comunidad de Madrid, Poveda ha remarcado que «siendo la cuarta región de Europa con más nuevos diagnósticos», ha habido periodos «sin un solo euro» a la prevención del VIH. Este año se han conseguido 400.000 euros más. Sin embargo, este presupuesto «tiene que ir creciendo».
Una de las pretensiones de CESIDA es obtener un «pacto de estado» contra el VIH. «Pedimos un pacto no para mantener la pandemia o reducirla, sino para que España esté a la altura de lo que la comunidad científica ha permitido», ha explicado.
Para conseguirlo, Poveda ve «necesario» coordinar a todas las administraciones de la sociedad, tales como medios de comunicación, universidades y «una gran apuesta económica».
IMPORTANCIA DE LA PRUEBA
En lo referente a la prevención del VIH y su transmisión, Poveda ha destacado la importancia de hacerse la prueba. «Cuando una persona es diagnosticada de VIH y se pone en tratamiento, baja su carga viral, con lo que se consigue que baje la carga viral comunitaria», ha expresado.
Y es que, tal y como ha señalado Poveda, quienes transmiten el VIH no son las personas VIH positivas, si no los «seronolosé». «Cuantos más diagnósticos, menor probabilidad de transmitir», ha remarcado.
La ansiedad, el miedo y los prejuicios que suelen aparecer cuando una persona recibe la noticia de ser VIH positivo, se intenta canalizar a través del programa Pares, mediante el que CESIDA deriva al recién diagnosticado a un servicio «entre iguales» para hablar y encontrar apoyo.
ANA BOTELLA, UN «OBSTÁCULO» PARA EL ORGULLO
A pesar del ‘tirón de orejas’ de Poveda al Consistorio para poner en marcha la Declaración de París, reconoce que el Gobierno municipal de Manuela Carmena se ha volcado como «nunca un Ayuntamiento» con el Orgullo LGTB, algo que no fue así con el Consistorio de Ana Botella (PP).
«El anterior Ayuntamiento esto no lo veía; mientras Botella se gastaba millones de euros en intentar traer las Olimpiadas, en Madrid se celebraba el mayor Orgullo de Europa, y la ciudad se mostraba como es, plural y diversa», ha asegurado Toni Poveda.
Pero el poco apoyo de Botella al Orgullo no fue solo como regidora de la capital. «Ya era un obstáculo antes de ser alcaldesa; la concejalía que más problemas ponía era la de Medio Ambiente –la que ocupaba la más tarde regidora– que se empeñaba en multar las fiestas y en no considerarlas el evento que era», ha remarcado.
Poveda ha recordado cómo el Orgullo LGTB fue una «herramienta política» en los «años duros del PP con Aznar», ya que sirvió como «muro de contención contra la homofobia latente que había en el Gobierno».
Este Orgullo madrileño ha sido «fundamental» según el director de Cesida para que la capital acoja este año la celebración del World Pride, que ya ha calificado de «éxito», y ha resaltado que la capital será un «100 por cien LGTBi en lo cultural» y celebrará el 40 aniversario del movimiento del colectivo.
Europa Press