El próximo 18 de octubre, el artista Miguel Andrés presentará su impactante performance titulada «La máquina del estigma» a las 19:30 horas en Studio RGF Arriaza 11, como parte de la exposición colectiva «La vida en positivo», que reúne las obras de más de 100 artistas comprometidos en visibilizar y desmantelar el estigma que rodea al VIH.
«La máquina del estigma» es una poderosa reflexión sobre la discriminación y los prejuicios que siguen afectando a quienes viven con el VIH. A pesar de los avances científicos y sociales, el estigma continúa siendo una «máquina» implacable que se alimenta de desinformación y miedo. Esta máquina, que opera a través del rechazo y la discriminación, sigue marcando a las personas con un sello invisible, pero doloroso. Miguel Andrés nos invita a deconstruir esta narrativa errónea y a desafiar los mitos que perpetúan el sufrimiento, creando un espacio para el diálogo y la comprensión.
La exposición «La vida en positivo», además de performances como la de Miguel Andrés, presenta una impresionante colección de obras en las que artistas de diversas disciplinas abordan el estigma del VIH desde múltiples perspectivas. Cada obra es un grito visual contra los prejuicios y una herramienta de visibilidad para quienes aún luchan contra la discriminación.
Sobre Miguel Andrés
Nacido en Yecla (Murcia) en 1982, Miguel Andrés comenzó su carrera artística de forma autodidacta en 2008 tras haber trabajado como publicista por más de una década. Su trabajo se centra principalmente en el performance art y el videoarte, utilizando su cuerpo como el medio principal de expresión. Ha expuesto en numerosos festivales y muestras tanto a nivel nacional como internacional, siendo reconocido con premios y menciones, y sus obras forman parte de colecciones privadas en Europa y Norteamérica.
Además de su faceta artística, Miguel Andrés es profesor de performing art en el Inperiencia Centro de Investigación Escénica, donde se dedica a enseñar y a explorar los límites de la expresión corporal.
No te pierdas esta oportunidad única de experimentar en vivo una obra que promete no solo emocionar, sino también abrir un diálogo necesario sobre el VIH y su impacto en la sociedad. La entrada es libre, y se espera que la performance sea un punto de inflexión en la reflexión sobre los desafíos que aún enfrentan quienes conviven con el virus.