Paz, Augusto y Félix han tenido la oportunidad de realizar un intercambio con Juan Ramón, Víctor, Bartolomé y Montse, personas con más experiencia como educadoras pares.
En el marco de la Escuela de Pares, un proyecto formativo realizado gracias a la colaboración de los Laboratorios Janssen, centrado en el desarrollo de las personas que trabajan como educadoras pares en las entidades de Cesida, este año se han realizado tres intercambios formativos en el que personas con más experiencia han mostrado in situ a otros educadores cómo trabajan e implementan la metodología de pares en la atención a personas con el VIH en el contexto hospitalario.
La Escuela de Pares es una experiencia pionera en el mundo que nace como un programa de formación continua dirigido a personas con el VIH que realizan labores de educación entre iguales.
Paz Alcoverro, educadora par y presidenta de ALAS Balears, ha viajado tres días a Zaragoza, para compartir con Montse, educadora par y Juan Ramón Barrios, educador par y presidente de Omsida, toda su experiencia como uno de los pioneros en el Programa de Pares liderado por Cesida, que lleva en marcha desde 2006 y es referente en la intervención socio-sanitaria. “Del intercambio me llevo una experiencia personal preciosa y todo el conocimiento de cómo trabaja otra entidad” comenta Paz.
A través de un grupo de personas expertas se ha creado una serie de contenidos y metodología dirigida a la adquisición de conocimientos aplicables a las intervenciones con otras personas con el VIH, poniendo de manifiesto de manera presencial entre docentes de la formación on-line y alumnado para la resolución de dudas y generación de conclusiones y así poder mejorar la calidad de vida de las personas con el VIH, mediante intervenciones de prevención y promoción de la salud a través de la educación entre iguales en el entorno hospitalario.
“Los programas de intervención entre iguales son unos programas muy necesarios porque el VIH es una enfermedad que se vive en soledad, en aislamiento, y la gente no tiene referentes, no conoce a otras personas con el VIH. Por eso es muy necesario que hablen con otras personas, como un educador par, para que les resuelvan sus dudas y también para que les den apoyo emocional y formación”, explica Barrios, quien añade: “Ser educador par es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida”.
Algunas personas contribuyen al servicio de pares desde hace más de 10 años, otras son de reciente incorporación. Esto hace que muchas personas nuevas en el programa identifiquen la necesidad de crear actividades más concretas de intercambio entre pares para beneficiarse del aprendizaje a través de la observación de la función de pares en el espacio de trabajo. “Ser educador par me da la oportunidad de devolver el apoyo que a mí me prestaron cuando recibí el diagnóstico” comenta Paz.
Félix Claudio, el educador par más joven en Omsida, se muestra muy satisfecho por la oportunidad de aprender que le ofrece este intercambio con Bartolomé de Haro, su homólogo con más experiencia en la asociación Apoyo Activo de Murcia y unos dos pioneros de este proyecto. “Me llevo la experiencia que tiene Bart trabajando en el hospital desde hace muchos años, es un gran momento de aprendizaje, de conocer cómo se trabaja en otras comunidades autónomas y hospitales”.
Para Augusto Terán, educador par en Avacos-H, el intercambio con Víctor Baceiredo, educador par de Adhara Sevilla Checkpoint ha sido una experiencia muy positiva: “Ser educador par es una gran oportunidad de brindar apoyo y acompañamiento en la medida que las personas lo necesitan”.
La Escuela de Pares facilita el aprendizaje práctico y el desarrollo de habilidades, por otro, aprovecha la experiencia adquirida por las personas educadoras con más recorrido dentro del grupo, poniéndola al servicio de nuevas personas. Cesida es consciente de la importancia de contribuir a impulsar una nueva generación de pares líderes en sus servicios y entidades, para poder hacer posible este intercambio plantea visitas programadas entre pares para observar el trabajo en los hospitales, permitiendo adoptar estrategias y habilidades de los y las pares más experimentadas.
Nuria Gatell, coordinadora del proyecto de Pares concluye, “La Escuela de Pares surge de la necesidad del Programa de Pares, es decir, hay personas que se están iniciando como pares y creemos importante que se pudieran beneficiar de la experiencia creada” continúa Nuria. “Las y los pares anfitriones funcionan como mentores a través de un acompañamiento para el desarrollo profesional, aportando experiencia y conocimiento y sobre todo actuando como guías preparándoles para nuevos desafíos. Es un aprendizaje dinámico y muy motivador y cuando finalizan el intercambio, las personas que se han beneficiado de esta actividad regresan a sus hospitales con un repertorio de herramientas que de otra manera sería muy difícil transmitir”.