El trabajo de pares en el contexto hospitalario contribuye a fortalecer la adherencia al tratamiento, mejorando la calidad de vida de las personas usuarias
En el último año, se han realizado un total de 1.799 intervenciones en el servicio de Pares, de las cuales 551 han sido dirigidas a nuevos pacientes. La tendencia sigue mostrando una predominancia de hombres, quienes representan el 82,7% de los casos, mientras que las mujeres constituyen el 17,3%, incluyendo un 3,2% que son mujeres trans. La media de edad de las personas atendidas es de 35,9 años. De los 551 nuevos pacientes, el 53,35% tiene nacionalidad española, mientras que el 46,64% proviene de otros países.
La educación de pares orienta sus acciones a mejorar la calidad de vida de las personas con el VIH, mediante intervenciones de prevención y promoción de la salud en el entorno hospitalario. Desde 2006, el programa de pares de Cesida ha ofrecido una estrategia innovadora .
El programa permite delimitar el impacto clínico en etapas tempranas de la infección, reduce las infecciones oportunistas, ingresos y estancia hospitalaria, promoviendo estilos de vida saludables y la adherencia al tratamiento. Las personas pares actúan como modelos de referencia y apoyo, facilitando una adherencia óptima al tratamiento. El intercambio de experiencias dentro de la red de pares brinda apoyo emocional, facilita el aprendizaje mutuo, combate el estigma y empodera a las personas educadoras pares, lo cual es esencial para su desarrollo personal y profesional y para brindar un mejor apoyo a las personas que viven con el VIH.
Actualmente, la red de pares está formada por 13 educadores pares de 9 entidades colaboradoras y 24 centros hospitalarios en siete comunidades autónomas: Burgos, Murcia, Madrid, Salamanca, Málaga, Sevilla, Valencia, Alicante, Barcelona y Vigo.
Un estudio cualitativo publicado en 2023 demuestra la mejora en la calidad de vida de las personas recién diagnosticadas de VIH mediante la intervención del programa de pares en el ámbito hospitalario. Los resultados mostraron una evolución positiva en todas las dimensiones de la calidad de vida relacionada con la salud, incluyendo mejoras en la salud física, psicológica y ambiental, así como una disminución del estigma interiorizado y del estrés relacionado con el VIH.
El programa de pares no solo educa, sino que también empodera a los participantes, mejorando su autoestima y sentido de propósito. Al involucrar a personas con VIH como educadores, el programa ofrece una atención personalizada y empática, basada en una experiencia compartida, lo que contribuye significativamente a la reducción del estigma y mejora la adherencia al tratamiento.
Dos objetivos clave del programa son reducir el estigma asociado al VIH y mejorar la adherencia al tratamiento, metas que las personas educadoras pares logran de manera más efectiva gracias a su comprensión y empatía basadas en la experiencia compartida. La falta de precedentes en la aplicación de este modelo en el contexto español resalta su carácter innovador y su potencial para transformar la atención y el apoyo a las personas con VIH.
