Disminuir el tiempo transcurrido entre la adquisición del VIH y el inicio del tratamiento antirretroviral no sólo aumenta el éxito del tratamiento sino que mejora la salud a largo plazo de las personas y disminuye el riesgo de transmisión del virus.
Se sabía que las cifras bajas de linfocitos CD4+ o las cargas virales elevadas sobre la respuesta al tratamiento, factores típicamente asociados al diagnóstico tardío de la infección por VIH, influían negativamente en la respuesta al tratamiento y la supervivencia de las personas infectadas, pero se desconocía cómo afectaban a la respuesta al tratamiento con los regímenes actuales. Un estudio de un grupo de investigadores del CIBERINFEC y del CIBERESP, publicado en la revista ‘Clinical Infectious Diseases’, muestra que, pese a la gran eficacia y seguridad de los nuevos fármacos antirretrovirales, estos dos factores comprometen la respuesta al tratamiento.
Aun así, los diagnósticos tardíos siguen representando un porcentaje importante de los nuevos diagnósticos tanto a nivel global como en Europa, donde casi la mitad de los nuevos diagnósticos son tardíos, lo que se traduce con frecuencia en sistemas inmunitarios más débiles y en un mayor riesgo de que el tratamiento antirretroviral inicial no logre suprimir por completo la replicación del VIH.
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