- Medio millón de personas vive en España con hepatitis C y un número similar lo hace con hepatitis B.
- En varias comunidades autónomas no se proporciona el tratamiento contra la hepatitis C a personas privadas de libertad.
Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, que este año tiene su foco de atención en la lucha contra las hepatitis B y C, la hepatitis viral es responsable de 1,4 millones de muertes al año en el mundo.
Según indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, esta cifra disminuiría si se aumenta la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. En España hay 500.000 personas afectadas con hepatitis B crónica y otro medio millón sufre hepatitis C crónica, de esta cifra se estima que un 65 % lo desconoce.
Con el objetivo de hacer frente a estas cifras se aprobó en España a finales del pasado mes de marzo el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, con el visto bueno de todas las Comunidades Autónomas, pasando a considerarse la hepatitis como un problema de salud pública y no como de salud individual.
La Coordinadora estatal de VIH y sida, CESIDA, denuncia que cuatro meses después, este plan no es asumido por todas las Comunidades Autónomas y las insta a ello, pidiéndoles que este plan tenga una financiación adecuada para poder ejecutar todas las líneas estratégicas como son la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la vigilancia, o la investigación.
“Es fundamental que se desarrolle y se implemente adecuadamente la estrategia de detección en población general y en poblaciones específicas sobre la base de la evidencia científica proporcionada por los estudios de seroprevalencia del VHC y los sistemas de vigilancia epidemiológica”, afirma Juan Ramón Barrios, presidente de CESIDA.
Tratamientos en centros penitenciarios
En este aspecto, CESIDA muestra su preocupación por que poblaciones especialmente vulnerables como personas en riesgos de exclusión, personas usuarias y exusuarias de drogas y personas en instituciones penitenciarias tengan acceso a los nuevos tratamientos en igualdad de condiciones que el resto de la población.
En la actualidad todavía existen comunidades autónomas donde no se proporciona el tratamiento contra la hepatitis C a personas privadas de libertad, como Asturias, Castilla y León y Comunidad de Madrid, “esta situación podría cambiar si de una vez por todas se solucionara el contencioso que tienen las Comunidades Autónomas con Instituciones Penitenciarias”, indica Barrios.
Por otra parte, CESIDA muestra su satisfacción por la buena respuesta a los actuales tratamientos de las personas coinfectadas a la vez que alerta sobre la dificultad que algunas personas con VIH pueden tener a la hora de modificar su tratamiento antirretroviral por causa de las interacciones medicamentosas, sobre todo aquellos pacientes que no disponen de más opciones de tratamiento del VIH. Por lo tanto, CESIDA exige que las nuevas combinaciones en desarrollo para el tratamiento de la hepatitis c sigan teniendo en cuenta la especificidad de las personas con VIH y que haya un número adecuado de personas coinfectadas en los estudio de los desarrollos de nuevos fármacos.