Cesida condena los recientes ataques a la comunidad LGTBI y el mensaje de odio promovido por algunos partidos políticos

Cesida (Coordinadora Estatal de VIH y Sida) expresa su más profunda preocupación y condena los crecientes ataques LGTBIfóbicos que han tenido lugar en España en los últimos meses. Estos actos de violencia y discriminación van en contra de los principios de igualdad, respeto y derechos humanos que deben prevalecer en una sociedad democrática.

El mensaje de odio promovido por algunos partidos políticos con frases como “¿por qué los gays celebran tanto el día de San Valentín si lo suyo no es amor, es solo vicio?” ha contribuido a la creación de un clima hostil para las personas LGTBI, así como hacia las personas con VIH/sida, con ofensivos comentarios como: «me merecen menos compasión».

Normalizar estas actitudes discriminatorias en las instituciones y compartirlas en los medios de comunicación fomenta la estigmatización y el rechazo, generando un impacto negativo en la vida y el bienestar de la ciudadanía. La existencia de grupos neonazis que vociferan proclamas como “fuera sidosos y maricas de Madrid» en pleno barrio de Chueca evidencia cómo el discurso del odio en todas sus formas se materializa en violencia física real. “Desde Cesida vamos a trabajar sin descanso para promover la libertad, la justicia, la igualdad, la dignidad de la persona y el respeto los derechos fundamentales, que son los valores recogidos en nuestra Constitución, para crear una sociedad más inclusiva, libre de violencia y discriminación”, declara Reyes Velayos, presidenta de Cesida.

Según el Ministerio del Interior, las agresiones LGTBIfóbicas han experimentado un aumento del 70% en el último año en España. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha calificado esta tendencia ascendente de «preocupante», atribuyendo el origen a que se producen más denuncias y a la crispación política. El año 2022 ha sido el más violento en una década para el colectivo LGTBI, según un informe de la ong ILGA-Europa. En estas últimas semanas han salido a la luz múltiples y violentas agresiones a la comunidad LGTBI, como la de Conchi y Gema, una pareja que fue golpeada por 15 personas en un parque de atracciones en Madrid al grito de: “¡Vamos a ir a por ti, puta bollera asquerosa de mierda!”. Otros casos que han llamado la atención por su brutalidad son el del joven de 18 años en las fiestas de Pozaldez que tras oir un grito de «maricón» se despertó sangrando en el suelo; la paliza a una pareja gay de Villabona, la hositalización de un joven agredido durante las fiestas de Gallarta, la aparición de grafitis anti-LGTBI en algunos pueblos, los mensajes homófobos que dos futbolistas han sufrido por llevar bolso a una boda, o la última agresión a una mujer trans en el metro de Barcelona.

Estos reprobables sucesos chocan con la realidad de nuestro país, ya que España es el primer país europeo con más población no heterosexual, un 12% según la encuesta de Ipsos. Además, gracias entre otras cosas a la “Ley Trans” impulsada por la ministra Irene Montero, España ocupa la cuarta posición en el ranking Arco Iris por ser uno de los países más respetuosos con los derechos LGTBI+. Aunque la ong ILGA denuncia que siguen llevándose a cabo terapias de conversión para personas homosexuales y acusa a la Comunidad de Madrid por no presentar cargos contra el obispado de Alcalá de Henares por haber impartido estos cursos. “Se han logrado avances importantes en la legislación y reconocimiento de los derechos LGBTI en España, pero todavía existen desafíos y prácticas perjudiciales que deben abordarse para garantizar la plena igualdad y protección de este colectivo”, matiza Velayos desde Cesida. “Pedimos a todos los partidos políticos y a los líderes de opinión que asuman su responsabilidad y condenen de manera contundente cualquier forma de violencia o discurso de odio dirigido hacia el colectivo LGTBI”.

Cesida, como entidad miembro de la Alianza por la Ley de Igualdad de Trato, reclama a las autoridades competentes que refuercen las medidas de protección y seguridad de las personas LGTBI+, y que se proteja a las víctimas de todos los tipos de discriminación y violencia.

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