CESIDA denuncia que no existe información pública dirigida a los jóvenes, mientras que los casos aumentan de manera exponencial. Reclaman más educación en las aulas.
ANDRÉS LIJARCIO – En los últimos años los casos de VIH y de otras infecciones de transmisión sexual (ITS) están aumentando de manera preocupante entre los jóvenes españoles. Según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) se han incrementado debido al miedo que se ha perdido a la transmisión y a los cambios en las conductas sociales. Ahora, por ejemplo, se empieza a practicar sexo a edades más tempranas. Más del 50 % de las ITS se producen en personas de entre 20 y 35 años y en España son cada vez más comunes los casos de sífilis o clamidias.
Sin embargo, otros factores como el de la educación influye también, según los especialistas, en el auge de estas enfermedades. De hecho, como afirma a ConSalud.es el presidente de la Coordinadora Estatal de VIH y sida (CESIDA), Juan Ramón Barrios, «no hay campañas de información dirigidas a gente joven desde hace más de diez años».
Desde este tipo de organizaciones que trabajan en el ámbito de esta enfermedad exigen desde hace tiempo una mayor inversión pública para concienciar a este sector de la población al respecto. «No hay buena información», lamenta Barrios, «es importante tener en cuenta que prácticamente no existen cursos o talleres de educación afectivo-sexual, y lo poco que había se ha reducido a la mínima expresión debido a la crisis». A su juicio, es la base para que el sector más joven de la sociedad comience a tener conciencia sobre su responsabilidad en la prevención de infecciones de transmisión sexual.
Precisamente es una de las prioridades de CESIDA, que se contemple dentro de la educación pública, incluso como «asignatura reglada» en los centros, la información sobre sexualidad. Actualmente, sólo existen cursos o talleres especializados en algunos institutos que los demandan directamente a determinadas ONG u organizaciones centradas en el estudio del VIH. «Son independientes de la Administración central, no están articuladas por el Estado y no son oficiales, por lo que la financiación es limitada», explica Juan Ramón Barrios.
Ante la falta de campañas públicas de información sobre VIH e ITS, las organizaciones como CESIDA llevan años tomando la iniciativa. Un ejemplo fue el proyecto HIV Think Tank, en el que participaron 17 universidades de todo el país con el objetivo de que los propios jóvenes encontraran los mensajes más efectivos como herramienta de prevención sobre el VIH.
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