En relación con la transmisión del VIH en el entorno laboral, en el caso de que un paciente tenga infección por el VIH conocida, es fundamental conocer la carga viral y la historia farmacológica, entre otras cuestiones.
Expertos de once sociedades científicas han elaborado el primer documento de consenso de recomendaciones para prevenir la transmisión del VIH, en el que aconsejan iniciar un tratamiento con antirretrovirales antes de 72 horas tras un contacto de riesgo con pacientes con carga viral detectable o desconocida. Esta es una de las recomendaciones de los especialistas del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) y de la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida (SPNS), junto a los de otras nueve asociaciones y sociedades científicas vinculadas a la práctica clínica en el ámbito de la infección por el VIH.
En concreto, estos profesionales han elaborado este primer consenso de recomendaciones sobre el uso de la Profilaxis Post-Exposición (PPE) para prevenir la transmisión del VIH, además del VHB y VHC, en situaciones laborales y no laborales. La profilaxis post-exposición, que es una medida secundaria para prevenir la infección por el virus cuando la prevención primaria ha fallado, es el tratamiento antirretroviral que se administra a personas sin VIH que acaban de tener una exposición de alto riesgo.
Los especialistas aconsejan en relación con la transmisión del VIH fuera del entorno laboral que las personas que sufren una exposición accidental sean evaluadas lo antes posible para valorar si está indicada la PPE. Tras la exposición accidental, las heridas y la piel expuestas deben ser lavadas con agua y jabón, y tras un pinchazo accidental nunca debe exprimirse la zona del pinchazo.
Se recomienda iniciar la PPE lo antes posible, preferiblemente en las primeras 24 horas y no más tarde de las 72 horas, pero se aconseja valorar individualmente su necesidad en los contactos con riesgo bajo o mínimo. En general, los expertos recomiendan iniciar la profilaxis si la fuente es VIH con carga viral detectable o desconocida, o si es VIH desconocido con factores de riesgo.
Si la fuente es VIH con carga viral indetectable o si es VIH desconocido sin factores de riesgo, se puede considerar no realizar el tratamiento «dado que el riesgo de transmisión es muy bajo», según los expertos, y «no se recomienda iniciarlo en las exposiciones con riesgo nulo o despreciable».
En relación con la transmisión del VIH en el entorno laboral, en el caso de que un paciente tenga infección por el VIH conocida, es fundamental conocer la carga viral y la historia farmacológica, entre otras cuestiones.
Pero si no se puede conocer la situación serológica del paciente fuente, se considerará como de alto riesgo, y la profilaxis post exposición deberá iniciarse lo antes posible, preferiblemente en las primeras 24 horas y siempre dentro de las primeras 72 horas tras el contacto. En las exposiciones percutáneas a sangre con riesgo alto y muy alto se recomienda realizar PPE, y con menor riesgo también, aunque si la carga viral de la fuente es indetectable se puede considerar no realizarla.
También se recomienda iniciar la profilaxis en las exposiciones con mucosas o con piel de alto riesgo a sangre y a otros fluidos corporales potencialmente infectantes, pero se valorará no comenzar con ella también si la carga viral de la fuente es indetectable. En las exposiciones a fluidos corporales no infectantes no se recomienda realizar el tratamiento.