José Miguel Cisneros Herreros, Presidente de la SEIMC, reclamó en la ponencia inaugural del X Congreso de GESIDA que se cumpla el compromiso aprobado por el Parlamento sobre enfermedades infecciosas, según la recomendación de la UE.
El discurso de inaguración que José Miguel Cisneros ofreció en el X Congreso Nacional de GeSIDA se centró en denunciar el déficit de recursos y formación destinados a enfermedades infecciosas, así como la falta de ejecución por parte del Gobierno de los compromisos adquiridos para crear una especialidad en enfermedades infecciosas.
A continuación reproducimos el discurso íntegro:
Queridos Socios de GESIDA, queridos congresistas, para mí es un honor participar en la inauguración de este congreso.
Como presidente de la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología) no puedo sentirme más orgulloso del grupo GESIDA. Sois el grupo de referencia para nuestra sociedad, cada una de las iniciativas que lleváis a cabo nos sirve de inspiración, y este congreso es un magnífico ejemplo.
Es una mezcla perfecta de investigación de calidad, en la que quiero destacar la presencia de la Red de Sida, como ejemplo de investigación que integra investigadores e instituciones que, unidos por objetivos científicos comunes, traspasan las diferencias locales y territoriales. Y su carácter multidisciplinar, e internacional con la incorporación de SEISIDA, y la participación de prestigiosos ponentes de otros países.
Con este congreso y con todas las actividades de formación que realiza GESIDA, palía el pavoroso déficit que existe en nuestro país sobre formación y recursos en enfermedades infecciosas. Déficit que se demuestra en palabras la nueva Secretaria del Plan Nacional del Sida y del Presidente de GESIDA, publicadas en septiembre pasado en nuestra revista, bajo el título: “La infección por VIH en España: situación actual y propuestas frente a los nuevos desafíos”, donde dicen literalmente:
“La infección por VIH continúa siendo un problema de salud pública en España de primer orden. Al contrario que otros países del entorno, el número de nuevos diagnósticos se mantiene estable; no se ha logrado reducir en hombres que tienen sexo con hombres, casi la mitad de los casos se diagnostica tarde, el 34% de las personas infectadas no tienen la carga viral suprimida, y existe una gran variabilidad clínica y geográfica en los cuidados de las personas infectadas por VIH que cuestiona la equidad territorial en salud”.
Este déficit de formación se extiende a todas las enfermedades infecciosas, de tal modo que explica que España sea el primer país del mundo en consumo de antibióticos sin ninguna causa epidemiológica que la justifique, y que esté a la cabeza de Europa en resistencias bacterianas, y es importante recordar que el número de muertos con estas infecciones por BMR en nuestro país, es ocho veces superior al de los accidentes de tráfico, y a pesar de ello, y para estupor de todos, políticos, ciudadanos y profesionales, no están en los telediarios, ni figuran en los presupuestos generales del estado.
Este déficit de formación es estructural y se debe fundamentalmente a la ausencia de especialidad de enfermedades infecciosas en España, en contraste con el resto de países desarrollados.
La creación de la especialidad de enfermedades infecciosas en España, no es una reclamación corporativa de la SEIMC, sino una exigencia social, que avalan las siguientes instituciones y hechos:
1. El ECDC (Centro Europeo para prevención y Control de Enfermedades) le recomienda por escrito al Ministerio de Sanidad la creación de la especialidad en su informe oficial sobre su visita a España, en 2016 para conocer el plan de lucha contra las resistencias microbianas.
2. La UE, en el Plan de lucha contra las resistencias de 2017 indica explícitamente el papel clave del especialista en enfermedades infecciosas.
3. El Parlamento Español, votó y aprobó el año pasado la creación de la especialidad de enfermedades infecciosas en España y lo hizo en plena crisis política, con el apoyo de todos los grupos políticos que votaron a favor y solo la abstención de uno de ellos. Y el pasado día 22 de octubre tuve ocasión de recordárselo a sus señorías en el mismo Congreso de los Diputados, y supongo que para su sonrojo que ésta era la segunda vez que votaban y aprobaban por mayoría absoluta la creación de la especialidad, la primera fue en el año 2010.
4. Por último y la más importante exigencia de la especialidad para nosotros son los hechos, las pruebas científicas sólidas que demuestran que el pronóstico de los pacientes con infecciones graves o complejas, incluidas la infección por el VIH, mejora cuando son atendidos por especialistas en enfermedades infecciosas.
Es normal que por todo lo anterior que las enfermedades infecciosas sean, desde hace años, una especialidad médica en la inmensa mayoría de países desarrollados, y es anormal su ausencia en España, una anormalidad injustificable.
Yo confío que este gobierno progresista, que ha dado muestras de confianza en el liderazgo profesional, al elegir a profesionales de prestigio, para altos cargos de responsabilidad como es el caso de la Directora General de Salud Pública, de la Directora del Plan Nacional de Sida y de la Directora de la Agencia Española del Medicamento, junto con el apoyo expresado de las autoridades sanitarias de las 17 comunidades autónomas, representadas aquí por el Consejero de la Comunidad de Madrid, personalmente me ha transmitido su apoyo y le agradecer, normalice la formación especializada en nuestro país, creando sin más demora la especialidad de enfermedades infecciosas para que los españoles con infecciones graves y complejas como el VIH y las resistencias bacterianas, sean atendidos por especialistas en enfermedades infecciosas.
Si no es así, le exigiremos que explique a los ciudadanos por qué no lo hace, porqué impide que los pacientes con infecciones graves y complejas, como el VIH y las resistencias bacterianas, no son atendidos igual que los ciudadanos europeos, del mismo modo que los ciudadanos españoles con enfermedades cardíacas graves y complejas son atendidos por especialistas en cardiología.
Sé que en esta exigencia contamos con las Asociaciones de pacientes, incluida CESIDA aquí presente, y a las que quiero agradecer su apoyo.
Llevamos mucho tiempo persiguiendo un sueño, un sueño que se ha convertido en una exigencia social. Todo el trabajo que hemos realizado para paliar esta deficiencia formativa nos legitima para exigirlo aún con más fuerza por los pacientes, y a ellos y a los responsables políticos les digo que no pararemos hasta conseguirlo.
José Miguel Cisneros Herreros
Presidente de la SEIMC