Primero inyectaron a los monos una vacuna contra un adenovirus –virus ligados a muchas infecciones humanas– a fin de alertar al sistema inmunológico. En una segunda etapa, les inyectaron una suerte de recordatorio, pero esta vez con una proteína purificada que forma la envoltura del HIV, la cual desencadenó una reacción más fuerte de parte de las células inmunológicas.
Un nuevo estudio dirigido por científicos del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC, por sus siglas en inglés), en Boston, Estados Unidos, muestra que un régimen de vacunación contra el VIH-1, con la participación de un vector viral potenciado con una proteína de la envoltura purificada, proporcionó protección completa en la mitad de los primates no humanos vacunados (NHPs, por sus siglas en inglés) contra una serie de seis desafíos repetidos con el virus de la inmunodeficiencia de simios (SIV, por sus siglas en inglés), un virus similar al VIH que infecta a NHPs.
Sobre la base de estos datos preclínicos, la versión de este régimen de vacuna contra el VIH-1 está siendo evaluada en un estudio clínico en curso Fase 1/2a patrocinado por Crucell Holland BV, filial de Janssen Pharmaceutical Companies de Johnson & Johnson según revela un artículo sobre la investigación que se publica en la edición digital de ‘Sciences’.
«Previamente, mostramos que candidatas a vacunas basadas en vectores de adenovirus VIH-1 ofrecen una protección parcial contra el VIS cuando se administran solas», recuerda el autor Dan H. Barouch, director del Centro de Virología e Investigación de Vacunas en BIDMC y profesor de Medicina de la Facultad de Medicina de Harvard. El documento describe dos nuevos estudios en los que los autores evaluaron la eficacia protectora de una vacuna vectorizada de un serotipo de adenovirus 26 (Ad26) potenciada con una proteína de la envoltura purificada.
Los resultados demuestran que el vector viral reforzado con proteínas dio lugar a una protección completa en la mitad de los animales vacunados. «Esto demuestra mejoras con respecto a los resultados anteriores –destaca Barouch, quien también es miembro del comité directivo del Instituto Ragon de MGH, MIT [Instituto Tecnológico de Massachusetts] y Harvard–. Además, la protección se correlaciona con la magnitud y la polifuncionalidad de respuestas de anticuerpos».
«Tener bajo control la epidemia mundial de VIH requiere nuevas herramientas, estrategias audaces y colaboración entre varias partes interesadas», afirma Hanneke Schuitemaker, una de las autoras del estudio y vicepresidenta de Descubrimiento de Vacunas Virales y Medicina Traslacional en Janssen. «En línea con el compromiso de nuestra empresa para hacer frente a las necesidades de salud globales, estamos comprometidos a trabajar con los principales expertos para desarrollar una vacuna preventiva del VIH y nuestro equipo está emocionado para llevar este programa a los estudios clínicos en humanos», añade.
Agencias