Chemsex: Un viaje al interior se preestrenó ayer con un lleno absoluto. El documental, producido por Cesida y Anchoa Films, y dirigido por Emma Demar, tocó fibras y abrió puertas necesarias: las del diálogo y la reflexión colectiva.
La noche arrancó con la intervención de Avelino Piedad, que supo ponerle alma al evento con su sensibilidad y lucidez. No fue solo una presentación, fue un espacio de encuentro real, donde se sintió que algo importante estaba pasando.
Desde Cesida solo podemos decir gracias, de corazón. Gracias a quienes vinieron, hablaron, escucharon, compartieron y se emocionaron. Y, muy especialmente, gracias a todas las personas que participaron en el documental. Sobre todo, a quienes tuvieron la generosidad y valentía de atreverse a hablar en primera persona y con honestidad sobre sus vivencias.
Chemsex: Un viaje al interior no es solo un documental: es una herramienta para generar comunidad, para poner sobre la mesa realidades complejas e incómodas, y hacerlo con cuidado, con respeto y sin prejuicios. Nos hemos adentrado en el universo del chemsex sin filtros ni morbo, con una intención clara: escuchar, comprender y cuidarnos.
El coloquio posterior lo dejó claro: hay muchas ganas, y necesidad, de seguir hablando de salud, de placer, de soledad, de crear vínculos sanos, de aprender a gestionar emociones, de redes de apoyo, de la importancia de poner a las personas usuarias en el centro y de acompañarlas en sus procesos desde el respeto y la autonomía.
Este viaje no ha hecho más que empezar. Gracias por recorrerlo con nosotras, nosotres y nosotros.
De nuevo, gracias | chemsexdocumental.es
