La transmisión durante el embarazo y parto ha disminuido considerablemente a menos del 1 por ciento con la administración de terapia antirretroviral y medidas de profilaxis.
Las mujeres con VIH en tratamiento con determinados antirretrovirales pueden ser madre de un bebé totalmente sano, ya que la transmisión durante el embarazo y parto ha disminuido considerablemente a menos del 1 por ciento con la administración de terapia antirretroviral y medidas de profilaxis, según ha informado la asociación de infectados y afectados por el VIH/sida en Madrid, Apoyo Positivo.
Por este motivo, y con la colaboración de la compañía biofarmacéutica AbbVie, la organización ha celebrado en Málaga la ‘VIII edición de las Jornadas EVhA’, un encuentro que ha tenido como objetivo informar sobre la evolución del VIH en las diferentes etapas de la mujer, así como empoderar a la paciente en su evolución médica desarrollando un espacio de colaboración entre el mundo asociativo y médico para el beneficio de la persona afectada.
Ahora bien, los expertos han recordado que el manejo del embarazo en las mujeres con VIH debe ser interdisciplinar, incluyendo a los obstetras, pediatras, psicólogos y asistentes sociales además del médico especialista en VIH.
«Es imprescindible que se generen programas y recursos accesibles para la atención de la salud y los derechos sexuales y reproductivos con el fin de evitar no sólo nuevas infecciones sino, sobre todo, mucho dolor y estigma que dificultan la vida diaria a parte de las personas que viven con VIH», ha comentado el coordinador general de Apoyo Positivo, Jorge Garrido.
Teniendo en cuenta que el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica controlable, cada vez adquieren mayor importancia la calidad de vida y el seguimiento de los efectos secundarios a largo plazo como los deterioros neurocognitivos como la depresión y ansiedad.
De hecho, según el estudio ‘CRANIum’, la prevalencia de detección de depresión es más elevada en las mujeres (17,7 %) que en los hombres (13 %) y, asimismo, las tasas de ansiedad también son más altas en las mujeres (40,1 %) que en los hombres (33,1 %).
Ausencia de estudios específicos sobre la mujer con VIH
No obstante, durante la jornada se ha recordado que una de las asignaturas pendientes en torno a la mujer con VIH es la ausencia de estudios específicos. Por tanto, a juicio de los asistentes, existe la necesidad de impulsar investigaciones en torno a la mujer con VIH ya que presenta diferencias y es «más vulnerable» que el hombre a los efectos adversos, absorción de fármacos y complicaciones de la infección, por lo que una gestión multidimensional con especial atención a la salud mental y el estado de ánimo de las mujeres con VIH puede ser fundamental para mejorar su bienestar.
En este sentido, los expertos han asegurado que la intervención psicológica en pacientes con VIH debe contemplar y atender a un conjunto amplio y diverso de problemáticas, relacionadas directa o indirectamente con el virus.
«El principal reto es conseguir que la sociedad, incluyendo a las personas que viven con VIH, comiencen a dejar espacios de diálogo y comprensión hacia la enfermedad, ya que todos somos afectados. Su lucha radica en eliminar el estigma asociado a la enfermedad sensibilizando a la sociedad y dando a conocer sin prejuicios ejemplos en positivo a otras mujeres que viven con VIH y que, por miedo o vergüenza, no quieren dar la cara», ha zanjado Garrido.
Apoyo Positivo