La OMS incorpora varios fármacos para el VIH y la hepatitis C a su listado de medicamentos esenciales

Dolutegravir

Muchos países utilizan este listado para mejorar el acceso a los medicamentos y tomar decisiones sobre los fármacos que deben estar disponibles para sus ciudadanos.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ampliado su Lista de Medicamentos Esenciales para incluir nuevas indicaciones para el uso de antibióticos e incluir nuevos tratamientos para la hepatitis C, el VIH, la tuberculosis y el cáncer.
En concreto, la actualización de este Organismo de Naciones Unidas incluye 30 medicamentos para adultos y 25 para niños, y especifica nuevos usos para 9 productos ya incluidos en el listado, que cuenta ya con 433 fármacos considerados esenciales para atender las necesidades más importantes de salud pública a nivel global.
«Los medicamentos seguros y eficaces son una parte esencial de cualquier sistema de salud», ha asegurado la subdirectora general de Sistemas de Salud e Innovación de la OMS, Marie-Paule Kieny, de ahí la necesidad de «garantizar que todas las personas puedan acceder a los medicamentos que necesitan sea vital para el avance hacia una cobertura sanitaria universal».
En concreto, la lista incluye dos tratamientos orales para la leucemia mieloide crónica (dasatinib y nilotinib) para aquellos casos que se vuelven resistentes al tratamiento estándar, después de que los ensayos clínicos hayan demostrado que la mitad de los pacientes consiguen alcanzar una remisión completa y duradera de la enfermedad.
Asimismo, incluye la primera terapia combinada capaz de tratar los seis tipos de hepatitis C, que combina el sofosbuvir y el velpatasvir; el fármaco para el VIH dolutegravir, en respuesta a la evidencia más reciente que muestra la seguridad y eficacia de este fármaco, medicamento, la eficacia y la alta barrera a la resistencia; o la profilaxis previa a la exposición (PrEP) con tenofovir solo o en combinación con emtricitabina o lamivudina, indicada para prevenir la infección por el VIH.
El nuevo listado también incluye la delamanida para el tratamiento de niños y adolescentes con tuberculosis multirresistente (MDR-TB) y clofazimina para niños y adultos con este subtipo, así como formulaciones combinadas de dosis fijas para niños de isoniazida, rifampicina, etambutol y pirazinamida para el tratamiento de la tuberculosis pediátrica; o el fentanilo y metadona para el alivio del dolor en pacientes con cáncer.
En la mayor revisión de la sección de antibióticos en los 40 años de historia de este listado, los expertos de la OMS han agrupado los antibióticos en tres categorías, con recomendaciones sobre cuándo deberían usarse en cada caso.
NUEVAS CATEGORÍAS PARA LOS ANTIBIÓTICOS
Inicialmente, estas nuevas categorías se aplican sólo a los antibióticos utilizados para tratar 21 de las infecciones consideradas más comunes y, si se demuestra que es útil, podría ampliarse también en futuras versiones del listado para el uso de medicamentos para otras infecciones.
El cambio tiene como objetivo asegurar que los antibióticos estén disponibles cuando sea necesario y que se prescriban para las infecciones en las que está indicado, con el objetivo también de mejorar las tasas de resistencia a estos fármacos que están desarrollando muchas bacterias. Asimismo, permite preservar la eficacia de los antibióticos de «último recurso» que se necesitan cuando todos fallan.
Así, el grupo ‘Access’ incluye antibióticos que deben estar disponibles en todo momento como tratamientos para una amplia gama de infecciones comunes, como la amoxicilina, el antibiótico más utilizado para tratar infecciones como neumonía.
El grupo ‘Watch’ incluye antibióticos que se recomiendan como tratamientos de primera o segunda opción para un pequeño número de infecciones, como la ciprofloxacina, utilizado para tratar las cistitis o infecciones del tracto respiratorio superior (como la sinusitis bacteriana y la bronquitis bacteriana), cuyo uso debe reducirse drásticamente para evitar la aparición de resistencias.
El tercer grupo, ‘Reserve’, incluye antibióticos como la colistina y algunas cefalosporinas que deben considerarse opciones de último recurso, ya que sólo se utilizan en las circunstancias más graves cuando han fallado otras alternativas. Además, los expertos de la OMS han añadido al listado 10 antibióticos para adultos y 12 para niños.
«El aumento de la resistencia a los antibióticos está provocada por la forma en que estamos utilizando –y usando mal– estos medicamentos», según la directora de Medicamentos y Productos Sanitarios de la OMS, Suzanne Hill.

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