La decisión beneficiará a todo tipo de pacientes solo con que lo decida el médico.
La Generalitat, mediante el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), ha aprobado pagar el nuevo tratamiento contra la hepatitis C a todos los pacientes catalanes cuyos médicos lo prescriban siguiendo un protocolo, pese a que el Estado ha limitado la financiación a los casos más graves por el elevado coste del fármaco.
Según Antoni Gelabert, gerente de Atención Farmacéutica y Prestaciones Complementarias, el CatSalut ha elaborado este protocolo que ya ha enviado a los hospitales catalanes en el que se deja constancia de que se pagará el tratamiento con sofosbuvir y simeprevir a todos los enfermos hepáticos que cumplan los criterios clínicos.
El protocolo ha sido redactado sobre la base de las recomendaciones de la Comisión Farmacoterapéutica de la Medicación Hospitalaria de Dispensación Ambulatoria, de la que forman parte los principales agentes del sector y que está presidida por el director del Instituto de Oncología Vall d’Hebron de Barcelona, Josep Tabernero.
«Las recomendaciones indican que el sofosbuvir y el simeprevir pueden beneficiar a más casos de los estipulados por el Estado», ha destacado Gilabert, que ha recordado que el Ejecutivo catalán ya se avanzó a la aprobación de estos criterios y empezó a suministrar de forma pionera el fármaco en abril de 2014 antes de que llegara a España en noviembre del mismo año.
En este periodo de atención, la Generalitat financió el tratamiento a 219 pacientes: «Se trataba de personas graves, que no podían esperar a que el Estado negociara con la farmacéutica las condiciones de compra del fármaco», cuya administración combinada tiene un coste de entre 44.000 y 82.000 euros.
A esos pacientes tratados de forma anticipada se han sumado 285 que han sido tratados con sofosbuvir después de que empezara a financiarlo el Estado y 330 más tratados con simeprevir, por lo que la Administración catalana ya ha costeado el tratamiento a 615 enfermos hepáticos.
Gilabert ha concretado los cinco supuestos en los que el Estado financia el tratamiento: pacientes ya trasplantados, en lista de espera, con cirrosis hepática, con contraindicaciones para ser tratado con interferón y tras haber fracasado con otras pautas terapéuticas.
«En Cataluña se beneficiarán todos los pacientes que estipulen los médicos, también los de grado F2 y F3», que no son los más graves, ha explicado, y ha destacado que también se tratará a mujeres en edad fértil con intención de tener hijos y a pacientes con alto riesgo de transmisión en función de su situación social y profesional, principalmente personal sanitario.
Ha destacado que el Estado está trabajando con expertos la posibilidad de ampliar los criterios para tratar a más pacientes: «Nuestro protocolo se irá revisando para incluir cualquier modificación que haga el Ministerio de Sanidad». Gilabert ha lamentado que no existen registros rigurosos del alcance de la hepatitis C en Cataluña, por lo que se ha iniciado un estudio demográfico y sociológico que permita determinar los pacientes y reducir contagios.
Agencias