El 63,40 % de los usuarios son hombres entre 35 y 50 años. Las principales drogas consumidas son el alcohol, la cocaína fumada y la heroína.
Las conductas adictivas y la exclusión social son dos problemáticas que a menudo van de la mano, sobre todo, en los barrios y poblaciones con menos recursos de las grandes ciudades. Así lo ponen de manifiesto los datos obtenidos por el Informe Anual del Centro Integral de Baja Exigencia, CIBE Marítim del Comité Antisida de la Comunidad Valenciana, que ha llegado a conclusiones reveladoras, tras su actividad durante 2015 en el cuidado de la salud de las personas consumidoras de drogas en situación de exclusión social.
En la actualidad el número de personas atendidas por el CIBE se mantiene en cifras similares al año anterior, con un total en 2015 de 276 personas atendidas, lo que supone que el número de consumidores de drogas en barrios como el Cabanyal no ha disminuido. Desde el Centro Maritim se han llevado a cabo un total de 758 intervenciones de carácter psicológico a personas con problemas de addición y 1.427 intervenciones de tipo motivacional, cuyo objetivo es instar al cambio a través del cuidado, respetando siempre el proceso de la persona.
El pasado año, alrededor de un 40% de los usuarios del Centro Maritim, afectados por conductas adictivas y en riesgo de exclusión social, no han recibido tratamiento en ningún programa de intervención socio-sanitaria. Asimismo, del total de personas atendidas, un 63,40% de las que acuden al Centro Maritim son hombres entre 35 y 50 años.
El peligro de las adiciones a varias sustancias
El policonsumo es un fenómeno que intensifica más si cabe las consecuencias de los problemas de adicción y es que más de la mitad de los usuarios admiten consumir de manera habitual distintos tipos de droga. En total, las sustancias de principal consumo entre los usuarios son el alcohol, seguido de la cocaína fumada en base y la heroína.
Los datos son preocupantes, sobre todo porque un 41,6 % de las personas que acuden al CIBE Marítim se considera en riesgo de sufrir una sobredosis debido a que, por norma general, consumen solos o mezclan sustancias de gran potencial reactivo. Asimismo, un 20% adicional admite compartir material de inyección, lo que aumenta de forma alarmante el riesgo de transmisión de VIH. En consecuencia, los profesionales del CIBE Marítim han repartido entre sus usuarios un total de 10.274 kits de venopunción en el período enero-diciembre del pasado año.
Sobre los datos recopilados a lo largo de 2015 habla Lilian Lafont, médico especializada en drogodependencias y trabajadora del Centro Marítim: “los valores y cifras que se desprenden del informe anual del CIBE Marítim de Valencia son congruentes con la realidad que muestra el Observatorio Español de drogas y toxicomanías. Por ello, en este sentido, es necesario seguir insistiendo, primero, en la prevención del VIH entre la comunidad afectada por las drogodependencias a través de la prueba rápida y, segundo, en el trabajo en red con todos los servicios socio sanitarios, para que centros como el Marítim puedan consolidarse como puente imprescindible para afrontar con eficacia la atención de los usuarios que sufren las consecuencias de las drogodependencias. Es un reto muy importante en el que debemos involucrarnos todos los agentes sociales”.
El Centro Marítim abrió sus puertas en el año 2001 como recurso de baja exigencia perteneciente al Comité Antisida de la Comunidad Valenciana y, desde entonces, sus técnicos y voluntarios han trabajado constantemente para asegurar las condiciones de vida básica y la reducción de daños entre las personas consumidoras de drogas.
El Comité Ciudadano Anti-Sida de la Comunidad Valenciana es una Asociación con más de veinticinco años de experiencia en la atención a personas afectadas por el VIH y el sida. Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. Entidad Declarada de Utilidad Pública y con el Certificado de la Calidad ISO 9001:2008.
Comité Antisida de la Comunidad Valenciana