El Día Mundial de la Salud Sexual 2013 estará marcado por la ausencia de campañas de sensibilización institucionales, la falta de apoyo a los centros específicos de atención a las infecciones de transmisión sexual y la exclusión en el acceso a la reproducción asistida en función del estado civil y la orientación sexual.
La Coordinadora Estatal de VIH-Sida exige una mayor implicación por parte de las Administraciones Públicas a programas de promoción de la salud sexual y prevención del VIH y otras ITS.
La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) eligió en el año 2010 la fecha del 4 de septiembre para celebrar el Día Mundial de la Salud Sexual con el objetivo de concienciar a la sociedad de que los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad para todos los seres humanos. Carlos Varela, Secretario General de la Coordinadora Estatal de VIH-Sida (CESIDA) afirma que “las políticas sociales en España vulneran los derechos sexuales, que también son derechos humanos. En la actualidad hay leyes vigentes que dejan fuera del sistema sanitario a personas con el VIH que necesitan medicación, se recorta en la prevención del VIH y se excluye a personas en el acceso a la reproducción asistida en función del estado civil y la orientación sexual”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como «un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad, la cual no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos en toda su amplitud». En este sentido, Carlos Varela destaca que “la salud sexual es un componente central en la salud y el bienestar de las personas y un pilar fundamental de los derechos humanos y su vulneración supone un grave ataque a la dignidad de las personas y aumenta la exclusión social”.
La principal barrera para frenar las desigualdades en salud sexual y la extensión del VIH es el estigma y la discriminación por una parte importante de la sociedad, e incluso en algunos casos, de las autoridades y administraciones públicas. Carlos Varela señala que “es imprescindible una mayor implicación de las Administraciones Públicas en programas de promoción de la salud sexual y prevención del VIH, así como medidas que garanticen la igualdad de las lesbianas, gais, transexuales y bisexuales”.
CESIDA recuerda que la educación en la escuela es clave para garantizar los derechos sexuales de mujeres y hombres, con independencia de su orientación sexual e identidad de género, y pide al Gobierno que implemente los contenidos de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva desarrollada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en 2011, cuyo objetivo es ofrecer una atención de calidad a la salud sexual y reproductiva en el Sistema Nacional de Salud.
De igual manera recuerda que los drásticos recortes sanitarios, las limitaciones en el acceso a la sanidad, y la fuerte reducción de los recursos destinados a financiar programas de prevención del VIH, están ocasionando graves consecuencias en el derecho a la salud de toda la población.