CESIDA denuncia las declaraciones de la periodista Marta Pastor y Ana Rosa Quintana al comparar la COVID-19 con el VIH.
Durante los últimos días están apareciendo en redes sociales y medios de comunicación nacionales declaraciones públicas que cuestionan las medidas sanitarias llevadas a cabo para atajar la pandemia de SRAS-CoV-2 (el virus que provoca la COVID-19) utilizando como argumento que dichas medidas no se tomaron en el momento en el que se produjo la epidemia de SIDA y, por tanto, serían innecesarias.
El pasado día 13 Marta Pastor, periodista en la televisión pública nacional, lanzó el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: “El virus del sida, altamente contagioso, estuvo sin retroviral y sin vacuna muchísimo tiempo entre nosotros. Jamás se hurtó ni un solo derecho de los ciudadanos, ni se decretó el estado de alarma, ni se confinó a la gente en las casas sine die, ni se cerraron locales”. Posteriormente, el pasado 18 de mayo, la periodista Ana Rosa Quintana en su programa televisivo realizó un comentario en la misma línea: “¿Cuántos años lleva el sida? ¿10 años? Todavía no hay vacuna» para atacar las medidas de confinamiento derivadas del estado de alarma.
Desde CESIDA queremos destacar el alto grado de ignorancia de estas periodistas sobre la infección por VIH y su uso torticero de la misma con el objetivo de censurar las medidas adoptadas por el gobierno de España frente actual crisis sanitaria. Entendemos y respetamos que se realicen críticas en el ejercicio de la libertad de expresión, pero esta no debe ser a costa de sembrar más desinformación de la que ya existe sobre la infección por VIH y el Sida.
Poco después de la aparición de los primeros casos de SIDA en 1981 ya se conocían las vías de transmisión que son a través de relaciones sexuales desprotegidas, por vía sanguínea, y de madre a hijo durante la lactancia y/o partos. Además, en la actualidad, gracias a los tratamientos existentes las personas con VIH que tiene acceso a los mismos no transmiten el virus ni siquiera en esos supuestos. En ningún caso el VIH se transmite a través de la saliva, ni por vía aérea. Por lo tanto, no es necesario mantener ninguna distancia social entre personas ni evitar tocarlas o tocar superficies que hayan tocado o sobre las que hayan respirado.
Creemos que utilizar una epidemia que en la actualidad afecta a cerca de cuarenta millones de personas y que se ha cobrado la vida de más de 30 millones en el mundo está fuera de lugar. Por lo que censuramos enérgicamente la utilización confusa y distorsionada de información sobre una infección (la que provoca el VIH) que nada tiene que ver con la que ha provocado la actual emergencia sanitaria.
Desde las ONG y las autoridades sanitarias de este ámbito llevamos años trabajando para trasladar a la sociedad información veraz sobre VIH y desmontar los mitos que se crearon a los inicios de la epidemia. Este tipo de comparaciones desafortunadas nos refuerzan en la necesidad de nuestra tarea.