Adherencia a lo largo del tiempo: el éxito no es sólo una cuestión médica

La adherencia al tratamiento, según define la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el “grado en el que la conducta de un paciente respecto a la toma de medicación, al seguimiento de una dieta o a la modificación de hábitos de vida se corresponde con las recomendaciones acordadas por el profesional sanitario”. No es sólo una cuestión médica.

Después de 40 años del primer caso de sida en España, los tratamientos antirretrovirales han pasado de una media de 30 pastillas al día a solo una, con gran eficacia y pocos efectos adversos. El tratamiento es vital para la supervivencia. Quien sigue el tratamiento y mantiene virus indetectable no lo va a transmitir, lo que le permitirá llevar una vida como los demás, incluso en relaciones sexuales sin protección. Podría parecer que el camino ya está hecho. Sin embargo, no es así…

Las personas con VIH pueden experimentar distintos acontecimientos que afectan a la adherencia al tratamiento. El VIH es una infección muy compleja, con muchos condicionamientos sociales y en la que el estigma sigue teniendo mucho peso. Todo esto conforma un magma emocional que afecta, entre otras cosas, a la adherencia. En primer lugar, hay que tener en cuenta que el virus es hoy una infección crónica, por lo que el tratamiento es de por vida. Julián Olalla, médico especialista del Hospital Costa del Sol de Málaga, tiene muy claro que, “desde el momento en que el paciente llega a consulta, se establece una relación con su médico que va a determinar la adherencia”. Y añade: “Es nuestra labor que el paciente perciba el beneficio del tratamiento, que discutamos juntos sobre sus miedos en cuanto a la infección, el estigma o el impacto del tratamiento, y que salga reforzado en la idea de que no va a andar este camino solo”.

Lee el reportaje completo en la web de ERESVIHDA.ES

Artículos relacionados