· Sufren una doble discriminación, una por el estigma asociado al VIH y otra por la edad. · El diagnóstico tardío de la infección por VIH aumenta con la edad.
El perfil de persona con el VIH en España ha variado en los últimos años. Los avances médicos han aumentado su esperanza de vida, llevando a la situación actual donde casi la mitad de los pacientes tiene más de 50 años.
Los adultos mayores con el VIH viven una doble discriminación, una por el estigma asociado al VIH y otra por la edad. “Y desde el punto de vista de la salud, no sólo han de afrontar el envejecimiento prematuro y las comorbilidades asociadas al VIH, sino también los efectos secundarios producto de las toxicidades acumuladas por los tratamientos anteriores que eran muy agresivos”.
Por ello, CESIDA, con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, ha pedido que se garantice la calidad de vida de quienes viven con el VIH. “Ya se está poniendo de manifiesto la importancia de un cuarto 90, añadido al 90-90-90 de ONUSIDA, referido a alcanzar una buena calidad de vida y la normalización del VIH como infección crónica, sin serofobia”, expresa Juan Ramón Barrios, presidente de CESIDA.
Diagnóstico tardío del VIH en personas mayores
El trabajo del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) recogido esta semana por la revista ‘The Lancet’ ha revelado un aumento constante de casos de VIH en mayores en los últimos años, donde casi uno de cada seis nuevos diagnósticos en la Unión Europea (17 %) ya son personas con más de 50 años.
En España, según el último informe de vigilancia epidemiológica del VIH, el diagnóstico tardío aumenta también con la edad, pasando de un 31 % en los casos de 15 a 19 años, hasta un 63,2 % en los mayores de 49 años. Este mismo documento recoge que el 14,4 % de los nuevos diagnósticos de 2015 tiene 50 años o más.
Para tratar de paliar ese diagnóstico tardío en esta franja de edad, CESIDA propone la universalización de la prueba del VIH, por ello pide que se revise la Guía de recomendaciones para el diagnóstico precoz del VIH en el ámbito sanitario, del MSSSI, ya que sólo recomiendan ofertar la prueba a personas sexualmente activas menores de 59 años.
El presidente de CESIDA incide en que “Debemos eliminar prejucios y partir de la base de que la actividad sexual no desaparece al cumplir una edad concreta. El personal médico, en muchas ocasiones, no considera la posibilidad de una infección por VIH en mayores, por lo que si no les realizan este test, pueden atribuir los síntomas de la infección a otras enfermedades propias de la edad”.
CESIDA