Del miedo a la esperanza: la historia de Elías Escalante, un educador par que acompaña con empatía a personas con VIH

Entrevistamos a Elías Escalante, Educador PAR que transformó su diagnóstico de VIH en una oportunidad para acompañar y motivar a otras personas en su proceso de aceptación y tratamiento.

¿Podrías comenzar presentándote y contarnos cómo te convertiste en educador par en el contexto de la atención a personas con VIH?

Mi nombre es Elías Escalante. Fui diagnosticado el 28/04/2021. Quedé devastado por mi diagnóstico porque venía con mucho estigma e ideas en mi cabeza sobre la enfermedad. Cuando tuve mi primera consulta con mi doctor especialista, él me comentó sobre recibir ayuda emocional y psicológica de una persona que venía de parte de una ONG. Al principio no acepté esa ayuda porque no me sentía merecedor de ella. Luego de un mes de esa consulta, volví a buscar al doctor para preguntarle por la ayuda. En ese momento conocí a mi educador par y ver la labor que él hacía me llenó tanto que dentro de mí dije:

Cuando yo esté bien y sienta que puedo hacer este tipo de trabajo, lo haré. Mientras tanto, decidí luchar contra el estigma y todas esas creencias que traía.

Desde entonces me ofrecí como voluntario en la ONG y, con el paso del tiempo, me volví visible. Se abrió la vacante para ser educador par y apliqué. Hacer este trabajo es muy gratificante, ya que puedo brindar apoyo a las personas que están pasando por un momento muy difícil en su vida. Habiendo yo experimentado todo ese proceso y comprobado lo positivo que es tener un par, eso me motivó a ser educador par.

¿Por qué una persona par tiene una labor tan importante? ¿De qué manera el apoyo de pares contribuye a mejorar la adherencia al tratamiento y el bienestar emocional de las personas que viven con VIH?

La importancia de un educador par radica en que se habla al usuario desde un punto de vista ya vivido; es decir, se habla entre iguales. Esto beneficia y contribuye positivamente a la adherencia al tratamiento. El usuario, al ver que una persona que vive con VIH está bien y que lo que antes se consideraba una “sentencia de muerte” ya no lo es, comienza a ver la vida de manera más positiva. Por lo tanto, se promueve un mayor bienestar emocional y mental.

¿Cómo ha sido tu experiencia participando en el intercambio con Víctor? ¿Qué es lo más significativo que has aprendido?

Fue una experiencia muy enriquecedora. Aprendí todo lo que puede hacer un educador par: la comunicación con el personal médico (médicos, enfermeros y enfermeras), los procedimientos como la administración de citas médicas, la recogida de medicamentos, el acompañamiento a los usuarios a las citas médicas, etc.

También aprendí cómo se debe hablar y tratar a un paciente recién diagnosticado o a aquellos que estén en un estado de estrés o ansiedad por no saber si tienen un diagnóstico positivo.

¿Qué te gustaría ver implementado en tu hospital o entidad después de este intercambio?

Me gustaría implementar en algunos hospitales una comunicación o un contacto más estrecho entre el personal clínico y el educador par, que haya más espíritu de equipo. Intentar llegar a un acuerdo con los médicos para que, cuando tengan nuevos diagnósticos, puedan recurrir a mí lo antes posible y así ayudar al usuario de manera inmediata.

¿Qué le dirías a otros educadores pares sobre la importancia de participar en iniciativas como los intercambios de pares?

Les motivaría a participar en los intercambios, porque te nutren y enriquecen muchísimo. Permiten llevar nuevas experiencias a tu lugar de trabajo y mejorar cada día más.

Para terminar, ¿te gustaría añadir algo más sobre tu experiencia o sobre el impacto que los educadores pares tienen en la vida de las personas con VIH?

Me gustaría añadir que estoy muy orgulloso de mí mismo por realizar esta labor y poder ayudar a personas que lo necesitan. Agradezco a Cesida y a Víctor por permitirme ese espacio para formarme y hacerlo cada vez mejor. Gracias a nosotros, los educadores pares, muchas personas pueden encontrar apoyo, elevar su ánimo, aceptar su diagnóstico y lograr una buena adherencia al tratamiento.

 

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